Concierto: Hiromi en el Festival Jazz San Javier, fuegos artificiales y poco más

Hiromi extasiada consigo misma
Hiromi se divierte

Hiromi se divierte; © RMellado/Jazz San Javier

Todavía reciente en el recuerdo el soberbio concierto de Monty Alexander en el mismo escenario solo tres semanas antes, uno se encuentra con Hiromi y, claro, la cuestión no resiste las comparaciones. Todo lo que en el pianista jamaicano era naturalidad y buen gusto en la japonesa se convirtió en impostura y artificio, aunque, todo hay que decirlo, muy del agrado del respetable.

Ficha del concierto

  • Fecha: 23 de julio de 2011
  • Lugar: Auditorio Parque Almansa, San Javier
  • Festival: Jazz San Javier
  • Formación:
    • Hiromi (piano)
    • Anthony Jackson (bajo)
    • Simon Phillips (batería)
El trío de Hiromi en Jazz San Javier

El trío de Hiromi en Jazz San Javier; © RMellado/Jazz San Javier

El concierto

Hiromi pertenece a esa generación de nuevos pianistas que mi buen amigo Paco Mollà define como “pirotécnicos” (mucho fuego, humo y después nada) y cuyo principal epígono sería el pesado de Michel Camilo. Se identifican enseguida porque cuando uno los ve sobre el escenario no sabe muy bien si están tocando el piano o peleándose con él.

Hiromi en pleno movimiento

Hiromi en pleno movimiento; © RMellado/Jazz San Javier

Apareció la japonesa con su aureola de niña prodigio y su aspecto de muñequita de porcelana y ya desde el primer tema se pudo comprobar por dónde iban los tiros. En su anterior visita a San Javier se observó una indefinición en cuanto a su estilo de interpretación, incluso en algunos momentos podía recordar a McCoy Tyner, lo que no es poco elogio, pero ahora parece que ya va teniendo más claro por qué tipo de música se decanta y el resultado no puede ser más descorazonador: una amalgama sonora entre la aburrida New Age de los noventa y el plomizo rock sinfónico de los setenta.

Se presentaba de nuevo en San Javier con lo que se supone que era un trío de lujo, integrado por el gran (en todos los sentidos) Anthony Jackson con su enorme guitarra-contrabajo de seis cuerdas, de quien uno guarda gran recuerdo como acompañante del añorado Michel Petrucciani, y el baterista Simon Phillips.

El batería Simon Phillips

El tremendamente sonoro batería Simon Phillips; © RMellado/Jazz San Javier

Pero ¿qué ocurrió? pues que el tal Simon Phillips es un estridente batería de rock que ocultó por completo el bajo de Jackson hasta el punto de que éste pasó casi completamente desapercibido y solo pudo lucirse un poco en el bis, mientras que Phillips, para rematar la faena, nos obsequió con un interminable solo de batería, eso sí, de nuevo muy del agrado del público (ya se sabe que los solos de batería siempre gustan mucho, sean como sean y los toque quien los toque).

Y con todos estos elementos la pianista oriental empezó a desplegar su particular show: saltitos, grititos, muecas,  movimientos espasmódicos y aporreo del piano mientras iba desgranando los diferentes temas, casi calcados unos de otros, con ese concepto de la fusión como cajón de sastre donde cabe cualquier cosa.

Y para que el asunto se pareciese todavía más a un concierto de Emerson, Lake & Palmer de hace treinta años (¿quién se acuerda de ellos ya?) se permitió el lujo de colocar un pequeño sintetizador  encima del piano de cola con lo que la cosa ya fue la repanocha.

Hiromi extasiada consigo misma

Hiromi extasiada consigo misma; © RMellado/Jazz San Javier

Y es una verdadera lástima, porque resulta que Hiromi es una gran pianista con una excelente técnica. Lo demostró cuando se calmó de todos sus tics nerviosos, se sentó delante del piano como las personas y, sorprendentemente, empezó a versionear a Beethoven con buen gusto y un toque de swing, hasta Simon Phillips parecía un auténtico batería de jazz tocando suavecito con las escobillas, para continuar con un tema de piano solo que fue lo mejor de la noche.

Pero ella ya ha elegido su camino y no parece dispuesta a cambiarlo, así que inmediatamente volvió a las andadas entre los aplausos de un público enfervorizado que la obligó a volver al escenario, mientras a un servidor se le quedaba un poco de cara de tonto. Tendré que empezar a asumir mi condición de bicho raro.

 Mi valoración del concierto

ValoraTK Concierto irregular

Enlaces de interés

También te podría gustar...

19 Respuestas

  1. Raquel dice:

    A mí, más que pelearse con el piano, me pareció que jugaba con él y otras veces, que hacían el amor. Impredecible, encantadora, distinta, divertida, hasta ilusionante.

  2. alexgarcia dice:

    Hola Raquel, muchas gracias por pasar y comentar. ¿No es maravilloso que dos personas asisten al mismo concierto y ven y sienten cosas tan diferentes? De todas formas parece que el autor ya se pensaba que al resto del público le gustó y el bicho raro era él.
    ¿Alguien más estuvo por allí y tiene una opinión?

  3. Bueno en lo de distinta e impredecible estoy de acuerdo, en lo demás no tanto, pero ya se sabe: para gustos los colores

  4. TheResident dice:

    no estoy nada de acuerdo con jjpamblanco, dejando a un lado que para mi fue uno de los conciertos mas emocionantes, no se y no puedo comprender como puedes llamar estridente a simon phillips, o decir que hiromi se peleaba con el piano, realmente me encantaria saber en que te basas para afirmar eso; lo que ocurre (disculpa mis conjeturas) es que usted es un amante del puro jazz, y precisamente Hiromi no hace esa musica tan pura, sino con diferentes arreglos y fusionando estilos, pero claro, imagino que eso ya lo sabias antes de asistir al concierto.

  5. Bueno, ya suponía que el comentario del concierto iba a traer un poco de cola. En fin, creo que no haría falta decirlo, pero lo único que exponía eran mis sensaciones durante el concierto, en absoluto pretendo sentar cátedra y si a ti como a la mayoría del público asistente os gustó Hiromi y disfrutasteis con ella pues me parece perfecto y me alegro mucho. Dicho esto intentaré aclarar alguna de las cuestiones que planteas: En primer lugar Phillips es un buen batería de rock, no lo niego, pero precisamente por el hecho de ser rockero es estridente. la música rock es estridente por naturaleza, se interpreta a un volumen mucho más elevado que el jazz y eso no es una cuestión peyorativa, es que es así. En el jazz es necesario apreciar los matices y para ello se necesita un tempo más «reposado», precisamente por ello Phillips impidió que nadie se enterara de lo buen bajista que es Anthony Jackson y eso es una verdadera lástima. Yo mismo he asistido a muchos conciertos de rock y he disfrutado como un enano, no pienses que soy un talibán jazzista, incluso he pegado brincos viendo a los Ramones (pero de eso hace ya muchos años), lo que pasa es que cada cosa a su tiempo y en su sitio.
    En cuanto a Hiromi… pues no sé si se pelea con el piano, solo intentaba hacer una gracia, pero me reconocerás que su forma de interpretar no es demasiado ortodoxa

  6. Sigo que en uno solo no me cabe todo. Por supuesto que me gusta el jazz puro, creo que no hay nada mejor que el cuarteto de John Coltrane o el trío de Bill Evans, no sé si es jazz puro pero es lo que más me ha hecho disfrutar oyendo música, y no tengo nada en contra de la fusión siempre que tenga un sentido. Lo de Hiromi me parece una música circense vacía de contenido y de espíritu, pero bueno sólo es una opinión. Lo que pasa es que tengo la impresión de que si uno ha escuchado mucho a Coltrane y a Bill Evans (y tantos otros) es mucho más difícil que luego te guste Hiromi.
    Recibe un cordial saludo y a tu disposición para comentar cualquier cosa o tomarnos unas cañas.

  7. alexgarcia dice:

    Yo de jazz no entiendo mucho, pero a lo de las cañas me apunto sin duda alguna ;-).
    Con respecto a las opiniones, pues eso, son múltiples y variadas y cada cual tiene la suya. Incluso en muchas ocasiones podemos tener más de una para lo mismo.
    Bromas aparte, me encanta que haya debate en el blog y me revienta no haber asistido al concierto para poder dar la mía…

  8. TheResident dice:

    Bueno tampoco vamos entrar en definiciones, simplemente creo que «estridente» no es el adjetivo mas adecuado, pero en fin. Respecto a Anthony Jackson, es cierto que apenas se apreciaba el sonido del bajo, pero dudo mucho que fuera culpa de Phillips, aunque en cierto modo puedo comprender que le pueda disgustar. Lo que realmente no concibo es la critica a Hiromi, es simplemente magnífica, no es que no se pelee con el piano, es que pareciera que fuese parte de ella. No se puede criticar a un genio, y tampoco la forma que pueda tener de interpretar, eso es ya sacarle demasiada punta al asunto. Además la forma que tiene de hacerlo, sus gestos, sus muecas, el estar levantada, sentada o dando saltos, es precisamente algo que la hace especial, carismatica y risueña, y ni muchísimo menos es algo peyorativo.
    Y si, también he escuchado a Coltrane, Bill Evans (y muchos otros), y sigo recordando a emerson, lake & palmer, creo que una cosa no quita la otra, es decir, en la variedad esta el gusto, y considero positiva la forma de hacer y entender la musica de Hiromi (al igual que la de muchos otros), e innovar (o intentar hacerlo al menos).

    Espero que sigamos comentando mas cosas, que no estemos de acuerdo no quiere decir que no disfrute dando mi opinión y leyendo muchas otras, tambien creo que es algo positivo, un saludo!

  9. Hombre, no creo que se pueda achacar al sonido del concierto que no se apreciara a Jackson. El sonido en San Javier es de los más limpios que uno puede escuchar por estos lares y con ese nivel de decibelios en la percusión es muy difícil que ningún técnico de sonido pueda lograr que se aprecie un bajo como el de Jackson. Lo que sí que me resulta verdaderamente estridente es que califiques a Hiromi de «genio», pero bueno, está claro que en eso no nos vamos a poner de acuerdo, cada uno ha dado sus argumentos y como tú mismo dices: en la variedad está el gusto.
    Y si te acuerdas de Emerson, Lake & Palmer es que ya vas peinando canas, así que más vale que nos tuteemos. Sigue en pie lo de las cañas.
    Un saludo y gracias por tus opiniones.

  10. Uehara dice:

    ¿Aporreo del piano?

    No es mi intención ofender a nadie, pero siento decirle que no es usted ningun bicho raro, puristas a los que no les han gustado los vientos de cambio o lo que se sale de su visión ortodoxa de cualquier género artístico han existido siempre, y mucho menos les han gustado cuando iban acompañados de éxito entre el público, cuando, es el «respetable» quien legitima a los artistas y no los críticos.

    No les han gustado los genios que han cambiado el rumbo de la música desde siempre, de Charlie Parker a Miles Davis, o de Piazzolla a Paco de Lucía fuera del género, pero el tiempo no es tan purista como ellos y termina dándoles la razón a los últimos.
    Todo esto no deja de parecer curioso cuando, como todos sabemos, en el origen del jazz está la confrontación con toda la tradición musical anterior.

    No estoy diciendo que Hiromi sea una visionaria al nivel de estos, pero si que es la antítesis de la ortodoxia en el jazz.

    Hiromi es una fantástica compositora y una virtuosa del piano. Y todo ello a pesar de ser una mujer en el jazz (y parecer una muñequita de porcelana) y más todavía, de ser asiática.
    Hay que ser un verdadero genio para causar tanta expectación con estos obstáculos.

    Que esta chica es un prodigio lo saben bien tanto Chick Corea como Stanley Clarke (con sendas colaboraciones con nuestra pianista japonesa favorita), señores a los que les estimo un criterio musical mucho más elevado que a los puristas trasnochados, asi que no es su aureola de niña prodigio la que lo revela.

    Que Hiromi es una virtuosa del piano NO es una opinión, es un hecho, por lo tanto, esto ya desbarata todo el dictamen crítico expresado en el texto.

    En segundo lugar, el asombro ante la presencia de un sintetizador evidencia que no ha prestado usted atención a la carrera de la artista, si es que había escuchado algo suyo hasta ahora (ya que habla de su anterior visita), pues el Nordlead es uno de los rasgos de identidad de Hiromi.

    Y si no era suficiente con machacar artistas que no son de su agrado con apreciaciones que yo considero faltas de criterio, también carga con géneros enteros, como el Rock Sinfónico o la New Age…

    A ver, yo también estoy de acuerdo con que el bajo no funcionó en el directo, pero creo que el error ha sido la desafortunada elección de un bajista con el perfil de Jackson para esta exhibición de energía e intensidad (tanto de Simon como de Hiromi). Sin duda, Tony Grey habría encajado mejor en este equipo, así como me alegro de haber podido contar con la batería de un genio de la talla de Simon Phillips en una edición del festival que homenajeaba a Gary Moore.

    http://www.discaffinity.com/es/disc11550.html

    Hasta para la elección de las fotos se percibe la intención despectiva, que salpica tanto al público (sí, nos gustan los solos de batería, ¿cuál es el problema?), como a los organizadores del festival (esta es la tercera vez que Hiromi lo visita), claro que iba a traer cola el comentario, señor Pamblanco.

    Lo que no entiendo es quién ha enlazado esta crítica en la página de Facebook del festival, no me parece coherente, a menos que la página no tenga nada que ver con la organización.

    https://www.facebook.com/JazzSanJavierXIV

    Qué aburrido si todos los pianistas de jazz tuvieran una forma de interpretar tan «auténtica» como a usted le gusta, que no se yo que tiene esto que ver con la música.

    Creo que su error era venir a presenciar un concierto de jazz como usted lo entiende, e Hiromi no se somete a los límites de su «ortodoxia» ni del género.

    Un saludo.

  11. santilinares dice:

    También me sentí un bicho raro al no compartir la euforia del público, y me hubera gustado, porque contrariamente a la creencia de que “a este mundo hemos venido a sufrir” creo que no hay placeres tan sanos y baratos como asistir a un buen concierto, en este caso de jazz. Hiromi me pareció una pianista virtuosa que ha encontrado su sitio jugando un papel en el que imagen y simpatía conectan con la audiencia, como Jamie Cullum. Y eso está muy bien, aquí hay sitio para todos, al tiempo que promociona festivales tan buenos y profesionales como el de San Javier. Pero algo hizo que no entrara en “la historia” y que mirara varias veces el reloj (mal asunto). Me gusta el piano en el jazz, tanto el de Bill Evans como el de McCoy Tyner y el más arriesgado de Agustí Fernández (a ver si viene a San Javier), por lo que creo que no es problema de clasicismo/vanguardia. En cuanto al batería prefiero verlo con Toto, hasta con las escobillas me pareció estridente, su solo de nueve minutos y medio se me hizo reiterativo y forzado. Pero son sólo sensaciones particulares y me apunto a las cañas, pero no virtuales sino bien físicas y fresquitas.

  12. alexgarcia dice:

    Estimado Uehara: en primer lugar por supuesto que se entiende que tu mensaje es respetuoso y no trata de ofender. De lo contrario no lo hubiese publicado, como en algún otro caso he hecho.
    Ya he dicho antes en este hilo que no asistí al concierto, pero como hablas de algunas cuestiones generales me gustaría dar mi opinión.

    1º Conociendo a José Juan Pamblanco y sus gustos, me resulta gracioso que por su crítica a Hiromi le estés calificando como purista trasnochado y ortodoxo (como si lo de que te guste el jazz clásico fuera malo). Es un aficionado al que le gustan muchos tipos de jazz, entre los que se encuentran los tipos de jazz que nos gustan a casi todos los aficionados, los maestros del jazz. Pero le gustan otras muchas cosas que a otros aficionados no nos gustan (al menos a mí). Las vanguardias si por algo deben caracterizarse es por sus diferencias entre ellas, por lo tanto te puede gustar un jazz de vanguardia y no otros.

    2º El respetable y los críticos: te aseguro que en JazzTK no nos consideramos CRÍTICOS, sino aficionados que damos nuestra opinión. Está claro que los genios han sido incomprendidos, pero normalmente por el «respetable», no por los críticos. Si el respetable es el que legitima a los músicos, los más legitimados en el mundo del jazz serían Jamie Cullum como dice Santi o Diana Krall. Y para mi gusto hay otros muchos mejores. Pero insisto, en mi opinión.

    3º Que estemos de acuerdo en que la frase «los genios suelen ser incomprendidos por su época» es cierta, eso no implica que esta otra frase «todos los incomprendidos son genios» lo sea. Puedes ser incomprendido porque simplemente no te entiendes ni tú (y no estoy hablando de Hiromi, sino generalizando). Parece que cualquiera que haga algo que choca a la gente tenga que ser bueno, y no necesariamente.

    4º Lo de que la técnica de Hiromi es prodigiosa lo dice el autor en su artículo. Por lo tanto no creo que desmonte para nada su crítica.

    5º En la elección de las fotos por fin sí puedo contestar de primera mano porque las elegí yo. Creo que son las que mejor ilustran el contenido del artículo, pero están elegidas entre las que la propia organización ha colgado en su propia web. De hecho hay ocho fotografías y he usado cinco, por lo tanto tampoco había mucho más donde elegir. Aunque te admito que escogí las que mejor iban con el contenido del artículo.

    6º Lo del Facebook del Festival: si te digo la verdad no tengo ni idea de quién hay detrás de la página. No sé si es alguien del Festival o no. Pero no entiendo es que te parezca incoherente que lo enlacen (normalmente lo suelo enlazar yo, pero esta vez lo enlazaron ellos antes). Si eso te parece incoherente también te parecerá incoherente que en nuestra página publiquemos tu opinión. Yo creo que la organización del Festival está curada de espanto con que la gente tenga opiniones variadas. De hecho José Juan y sus amigos conocen bastante al Director, Alberto Nieto, porque han asistido desde sus comienzos al Festival de Jazz San Javier y casi todas las noches charlan con él sobre lo que les ha parecido el concierto, si les ha gustado más o menos,… Somos todos adultos y nos respetamos nuestras opiniones encontradas. Es lo que nos hace progresar, encontrarnos con otros que tienen opiniones diferentes.

    Y enlazando con esto último, creo que va siendo necesario que vayamos fijando cuándo van a ser esas cañas, que a mí me va entrando una sed… Creo que podríamos hacer un debate de categoría, porque si de algo está sirviendo este artículo es para ver que nos leen aficionados con criterio. Muchas gracias y a seguir dando caña a José Juan ;-).

  13. Querida prima de Hiromi:
    Perdona que te lo diga pero me pareces un poco radical en tus afirmaciones.
    Vamos a ver:
    Si te hubieras leído el comentario entero antes de saltar directamente sobre mi yugular, habrías podido comprobar que digo que es una excelente pianista con una gran técnica, eso puede equivaler a considerarla como una virtuosa ¿no? Entonces cómo va a invalidar esa condición todo mi comentario si soy el primero que lo afirmo. La pregunta es ¿Un virtuoso puede dar un concierto aburrido? pues yo creo que sí y el de Hiromi me pareció aburridísimo. Evidentemente Chick Corea y Stanley Clarke saben mucho más que yo, lo cual no me quita a mí la libertad de opinar que son un coñazo cuando me parece que son un coñazo y conste que me lo han parecido en más de una ocasión ¿No te molesta que lo diga? ¿no?
    Repito una vez más que solo doy mis impresiones después de un concierto y espero que nadie intente quitarme esa libertad. Deduzco de tus palabras que si me hubiera empapado previamente de toda la discografía de Hiromi (no me quieras tan mal porfa) me tendría que gustar el sintetizador de marras por narices. Pues creo que por mucho que lo use desde siempre no me gustará nunca ¿me dejas que lo diga?
    A ver, ¿me estás diciendo que Bill Evans Y Art Tatum son aburridos e Hiromi es divertida? pues creo que tú y yo tenemos un concepto radicalmente diferente de la diversión ¿No te importa que lo diga, verdad?
    Te equivocas, el jazz no nació de una confrontación con la tradición musical anterior sino precisamente de todo lo contrario: de una asimilación de la tradición para transformarla y crear un género nuevo absolutamente fascinante en el que me temo, por mucho que te pese, que tu prima no va a pasar a la historia. ¿Sabes que creo sinceramente? que dentro de treinta años nadie se acordará de Hiromi (quedamos para 2041 y lo comentamos) de la misma manera que Emerson, Lake & Palmer llenaban estadios y la gente salía encantada y hoy ya nadie se acuerda de ellos. Porque insisto, no tengo nada en contra de la innovación y de la heterodoxia, es más me interesa mucho, pero intento no deslumbrarme con el primer pirotécnico que lanza fuegos artificiales y la gente dice: oooooh es la rehostia. Y sigo pensando que si os empapárais bien de Evans; Tatum, Garner (o Jarrett y Mehldau, por citar dos más modernos) os deslumbraría mucho menos la japonesa porque insisto: no hace nada nuevo sino un refrito de estilos que pasaron a la historia sin pena ni gloria y un espectáculo circense más o menos simpático ¿me das permiso para decirlo?
    Y lo último ya clama al cielo. ¿Es que si estamos enlazados a la web del festival sólo tenemos permiso para alabar los conciertos sin la más mínima crítica? Pues me recuerda eso al diario hablado de Radio Nacional de España de unas épocas no tan lejanas (más o menos cuando triunfaban E,L&P tocando cosas parecidas a lo que hace hoy Hiromi y con más gracia incluso)
    Recibe un cordial saludo de un purista trasnochado e ignorante y perdona mi atrevimiento.

  14. Raquel dice:

    Una vez leí que si la libertad se representara con música, sería jazz.
    Yo sí que no tengo idea de jazz, como puede apreciarse, y tampoco lo pretendo (la vida es corta y me tiran más otros temas) y, precisamente porque no tengo idea, fui al concierto en blanco, como una niña… y así me lo pasé, como una niña. Me metí de lleno en el concierto y me pareció deliciosa… Supongo que habrá que ponerle la etiqueta «fusión» pero Cortázar decía (y estoy de acuerdo) que las etiquetas están todas podridas… Supongo que la filosofía del jazz es ésa (o así lo creo), la libertad, y si partimos de eso, a mí me pareció puro jazz 🙂

    «Si no sabes lo que es, entonces es jazz» Novecento. La leyenda del pianista en el océano. Baricco

  15. Pues me parece genial Raquel, poco tengo que añadir. Ahí está la gracia del asunto, en la libertad y la variedad de gustos. Yo el otro día fui a ver a Pink Turtle y me divertí muchísimo y supongo que habrá gente a la que no le gustó. Pues perfecto. Lo que pasa es que, como habrás podido comprobar, hay algunos (y evidentemente no es tu caso) a los que parece que les molesta mucho que se viertan por escrito opiniones que no coinciden con las suyas, y eso, por decirlo de una manera suave, me parece muy poco tolerante.
    Aprovecho para pedir disculpas si el tono y el lenguaje de mi último comentario fueron un poco bruscos, he de reconocer que me pilló en un mal día. Espero que nadie se sintiera ofendido y si es así pido perdón.
    Y pensándolo bien, podemos darnos con un canto en los dientes. ¿Os imagináis la que se hubiera liado si este año a Alberto se le ocurre traer a Diana Krall a San Javier y me toca a mí hacer el comentario? Prefiero no pensarlo.
    Bueno un saludo a todos y, por supuesto, Raquel quedas invitada a nuestra ya famosa ronda de cervezas (a este paso habrá que cerrar una cervecería para nosotros solos).
    ¡Salud y música!

  16. Paco Mollà dice:

    Un músico “pirotécnico” no necesariamente carece de interés. Me inscribo plenamente en la línea sentimental/emocional de asistir a los conciertos reflejada en todas las opiniones. Pero, quizá, jjpamblanco y Uehara (¿ha quedado todo dicho en un único comentario? ¿está de vacaciones?) han rozado la visceralidad con ciertos prejuicios a favor y en contra, respectivamente, en el caso de este concierto. Me apresuro a decir que entiendo perfectamente al Sr. Uehara (creo que más bien padre que prima de la criatura). A todos nos pasa cuando nos tocan a nuestros artistas favoritos pero, quizá, si pudiera distanciarse un poco, su juicio sería más certero. Me ha pasado con artistas favoritos como Kenny Neal (ver reseña en este mismo blog) y Joe Louis Walker (¿por publicar?). Obviarles ciertas imperfecciones o determinadas características, personales o de sus conciertos, no es quererlos menos. Ni mucho menos, rebajar su categoría. Y, quizá también, jjpamblanco podría haber hecho un pequeño esfuerzo y maravillarse a partir del tercer tema que tocó Hiromi. Fue un prodigio de sensibilidad y me ayudó a no estar tan pendiente de los fuegos artificiales, que los hubo antes y después, y a disfrutar del concierto más de lo que esperaba. Pero a usted también le entiendo perfectamente, Sr. Pamblanco, porque uno prefiere salir de los conciertos sobrepasado por lo que ha oído, superados los límites de lo que puede entender, antes que abrumado por virtuosismos y alardes técnicos. Y no calificaría de genio a nadie unicamente por ese motivo. Salgo decepcionado de conciertos, por citar algunos de San Javier (festival de festivales), como los de Michel Camilo, Chucho Valdés o el Herbie Hancock de las Joni Letters (no así en su primera visita) porque soy incapaz de encontrarles sustancia. Seguro que el problema soy yo. Pero no estamos discutiendo a los músicos. No somos críticos. Ni tampoco músicos. Somos aficionados. Damos opiniones. Y prefiero ver pirotecnias en las manos (ya que estamos con pianistas y por nombrar a algunos) de Danilo Pérez, Robert Glasper o, no digamos, Jason Moran. O el lirismo insuperable de Roberto Fonseca (lo siento Chucho, es usted un maestro indiscutible, pero…), pirotécnico y sutil en todo momento. Pero es que eso no lo es todo. ¿Qué haríamos con pianistas como Fred Hersch, Russ Lossing…¡¡¡Matthew Shipp!!!? Y a Hiromi todavía le falta un poco, creo. Pero es joven…

  17. Bueno pues sí. Cuando hablaba de pirotécnicos (hay que ver lo que ha dado de sí la comparación) me refería a esos artistas que deslumbran a primera vista pero detrás solo hay un vacío de contenido y de alma, como creo que ya he dicho por ahí (he dicho tantas cosas que ya no me acuerdo de todas) y eso es exactamente lo que me pareció Hiromi, pero desde luego jamás se me ocurriría meter en ese saco a tipos como Danilo Pérez o Jason Moran. En cuanto a los prejuicios, pues es posible, es evidente que no es mi artista favorita, pero os aseguro que cuando voy a un concierto procuro abrir bien mis oídos y dejarme llevar exclusivamente por las sensaciones que me provoca lo que estoy oyendo y en el caso de Hiromi fueron principalmente de irritación. Aun así ya dije que hubo cosas del concierto que me gustaron, aunque nadie ha parecido querer enterarse de ello, pero para maravillarme hubiera necesitado de un sobreesfuerzo que no sé si estoy capacitado para llevar a cabo.
    Sinceramente creo que a Hiromi le falta bastante más que un poco en el mundo del jazz para llegar a ser una artista importante, sin embargo, estoy seguro de que tendría un futuro muy brillante interpretando a Mozart o a Rachmaninoff, que sé que le gusta mucho, aunque supongo que eso a gran parte de sus aguerridos fans les pareceria totalmente anticuado y aburrido.
    Yo también he echado en falta una respuesta del sr/sra. Uehara, pero bueno, supongo que ya no tiene mucho sentido seguir dándole vueltas al asunto (aunque si alguien se anima ya veis que no sé permanecer callado, jeje).
    A seguir disfrutando de la vida y de la música que más le guste a cada uno.

  18. TheResident dice:

    Como parte de sus aguerridos fans me veo obligado a decir que se esta pasando un poco con lo que esta diciendo, mejor dicho, con lo que no esta diciendo pero claramente nos esta haciendo entender (alomejor es que todo lo que dice me lo estoy tomando como algun ataque). Esta conjeturando demasiado y divagando en exceso por su mar de pensamientos, y no es que sea algo negativo, lo que ocurre es que me/nos está tachando de incultos musicales a los que nos gusta Hiromi (vuelvo a repetir que quiza todo lo tomo como un ataque, y sabiendo que «cultura musical» tiene una definicion bastante abierta) diciendo cosas como que escuchar a Mozart o a Rachmaninoff, Schubert o Pachelbel nos parece anticuado y pesado (por citar a algún gran compositor «aburrido»). Esta diciendo que los que aprecian la musica de Hiromi, ya que es el caso que estamos tratando, aunque podriamos decir otros artistas de jazz contemporáneo, no sabemos apreciar compositores clásicos u otros musicos que han marcado una época. Por supuesto que no es asi, al menos en mi caso y supongo que en el caso de todas las personas que realmente les gusta la musica en general.

    Sigo pensando que a usted no le gustan esas «moderneces» como utilizar un sintetizador, no tener un tempo pausado, o hacer esas progresiones que caracterizan a Hiromi, por eso esta empeñado en que ésta, aún diciendo que posee una gran técnica, no es gran cosa haciendo musica y que nunca va a llegar a nada mas que enfervecer a un publico que se conforma con cualquier cosa mientras sea capaz de animar el ambiente (digo esto porque realmente no ha dado ninguna razon mas que «no me gusta» y «me aburri en el concierto», lo que me lleva a preguntarle ¿que le animo a asistir al mismo?).

    Han habido muchisimos músicos (y siempre los habrá) que a pesar de ser buenos tecnicamente e impecables como compositores (sea el estilo que sea), no han llegado a nada mas que estar algunos años haciendo musica, retirarse y ser olvidados. Y precisamente eso (al menos a mi), el ser olvidados y no tener la mas minima consideracion hacia ellos, no me invita a hacer caso omiso a su musica (creo que me he ido bastante del tema jeje).

    Si, Hiromi no hace un jazz clasico, ¿cual es el problema? Creo que el Jazz y la musica han evolucionado tanto que no pienso que sea algo para escandalizarse, además, no creo que eso sea razon suficiente como para provocar a nadie irritación…

    Un saludo.

  19. Mi querido residente:
    Te equivocas, aquí el único ignorante soy yo, al que le queda casi todo por aprender de la música y de la vida en general. Una vez más pido disculpas a quien se haya podido sentir ofendido por mis inadecuados, improcedentes, inconvenientes y escasamente argumentados (un poquito sí ¿no?) comentarios. Y yo no sé a vosotros pero a mí el tema empieza a aburrirme enormemente y en vista de que las susceptibilidades están a flor de piel (debe ser un signo de los tiempos), pues casi que lo vamos dejando. ¿No os parece?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *