Concierto: Dmitry Baevsky Quartet, una buena sesión de Hard Bop

Noventa minutos de jazz puro y duro para alegría de los que nos reunimos en nuestra cita mensual con la buena música en el Jazz and Blues Club, de la mano de José Juan Pamblanco, que tiene la valentía de “programar jazz en tiempos revueltos”.
Para que te ambiente la lectura, te dejo un vídeo de este concierto con la balada I’m Glad There Is You:
Ficha del concierto
- Lugar: La Caja Negra, Centro de Cultura Contemporánea Las Cigarreras, Alicante.
- Fecha: 30 de noviembre de 2012. 20,30 h.
- Formación:
- Dmitry Baevsky, saxo alto.
- Fabio Miano, piano
- Ignasi González, contrabajo.
- Daniel García Bruno, batería.
Crónica del concierto: Dmitry Baevsky Quartet
El planteamiento del concierto estaba claro desde el primer tema, en esta ocasión no había sitio para las fusiones (eléctricas, folklóricas, etc.) ni experimentos. En el escenario un trío de piano, contrabajo y batería como soporte a un saxo alto que nos ofreció una lectura canónica de unos temas imperecederos. Compuestos en una época en la que el jazz dejaba de ser esa música de baile para convertirse en “algo más”. Seguía interpretándose en bares y antros de dudosa condición pero con nuevos sonidos, arreglos diferentes, libres, propicios a la improvisación. Aunque todavía hacía mover los pies y cabezas de un público que había cambiado la pista de baile por las sillas y barras de bar.
Dmitry Baevsky desde su primera intervención puso de manifiesto su dominio del instrumento y un sonido limpio que nos acompañaría a lo largo de toda la actuación. No es un saxo, por lo que vimos, de grandes solos e improvisaciones, sino un músico dueño de una buena técnica y muy agradable de escuchar. Con un repertorio basado en temas de la época del Hard Bop (para entendernos, años cincuenta y sesenta del pasado siglo).
Nacido en San Petersburgo en 1976, después de adquirir una formación musical en su país se marchó a Nueva York a los veinte años, para continuar estudiando allí. Ha grabado cuatro discos como líder y colaborado con distintos músicos de la escena jazzística estadounidense.
El trío de Fabio Miano salió con las pilas puestas y como una sola voz proporcionó el adecuado acompañamiento para los solos del ruso. ¿Cuántas veces habremos disfrutado del piano del italo/canadiense/alicantino? En diversos auditorios, salones de actos, plazas públicas, y pubs como “su Jamboree”. En ocasiones acompañando con acierto a distintos músicos internacionales que por aquí han pasado, otras al frente de sus propias formaciones. Es ese músico/seguro de vida que sabes no te va a fallar, y con el que gozamos otra vez con sus delicadas intervenciones. Con una mirada a sus compañeros Ignasi González y Daniel García Bruno bastó para organizar el asunto, y hacer que fluyeran temas intemporales de Lee Morgan y Jimmy Heath, entre otros.
Fue a mitad de una balada, llevada al terreno de la bossa nova, cuando se fue la luz, los músicos siguieron tocando en una nunca mejor dicha caja negra, y volvimos a ese sonido puro sin amplificar de los garitos de hace más de medio siglo. El cuarteto nos regaló otro tema más en esas condiciones, hasta que se arregló el asunto eléctrico y despertamos de nuestra ensoñación. Con un enérgico bis los músicos se despidieron entre los aplausos agradecidos de los que allí estábamos.
Fue un concierto/antibiótico, no me importaría administrármelo cada ocho horas, como perfecta defensa contra tantos virus y malos rollos. ¡Debería estar subvencionado por la sanidad pública!