Concierto: Enric Peidro Quartet, el sabor de lo clásico

Crónica del estupendo concierto que disfrutamos del Enric Peidro Quartet en Refugio Jazz Club.
Ficha del concierto
- Lugar: Refugio Jazz Club, Sant Joan d’Alacant
- Fecha: 16 de mayo de 2015
- Formación:
- Enric Peidro, saxo tenor
- Richard Busiakiewicz, piano
- Andrés Lizón, contrabajo
- Carlos «Sir Charles» González, batería
Crónica del concierto
A los que ya conocemos desde hace tiempo la carrera de Enric Peidro hay cosas que no nos sorprenden demasiado. Pero resulta curioso (y gozoso) comprobar cómo entre el público que viene a sus conciertos siempre hay personas que probablemente no lo habían escuchado con anterioridad y que quizá ni siquiera son muy asiduos a conciertos de jazz, pero que disfrutan enormemente aplaudiendo a rabiar, acompañando el ritmo con los pies y las manos y dejándose llevar por la música.
Esto sucedió sin ir más lejos el pasado 16 de mayo en el Refugio Jazz Club de Sant Joan d’Alacant, el local de cita ineludible para todos los aficionados de estas tierras. Enric se presentaba con su nuevo cuarteto y la verdad que la elección de los acompañantes para esta aventura no ha podido ser más acertada.
Una de las cualidades principales de Enric Peidro, aparte de haber alcanzado ya un elevado nivel de madurez como instrumentista, es la elección de su repertorio. Como ya sabemos, es un fiel seguidor de los saxos tenores “precoltranianos”; aquellos músicos que tenían un sonido tan profundo, potente e intenso como Coleman Hawkins, Ben Webster o Lester Young y algunos otros que hoy, desgraciada e incomprensiblemente, están casi olvidados: saxofonistas de la talla y el talento de Illinois Jacquet, Eddie “Lockjaw” Davis, Don Byas y algunos otros.
Pues Peidro y su cuarteto se internan en ese universo musical tan atractivo y tan poco trillado últimamente y nos ofrecen un recital de jazz con sabor clásico, pleno de swing, elegancia y además sumamente entretenido.
Enric Peidro se ha convertido en un saxofonista de referencia en el panorama actual. Potente e incluso agresivo cuando el tema lo requiere o lírico y susurrante en las baladas y tiempos medios. Su interpretación emociona y termina enganchando irremediablemente la atención del público, por mucho que Enric indique en tono de broma que está permitido hacer ruido con los vasos.
En su nuevo cuarteto ha juntado a músicos de diferentes generaciones que le secundan impecablemente, incluso teniendo en cuenta que este era uno de los primeros bolos en que tocaban juntos.
El pianista británico Richard Busiakiewicz es acompañante habitual de Peidro en los últimos tiempos. Han grabado a dúo un disco delicioso, Make Someone Happy, y, como el propio saxofonista alcoyano reconoce, es su compañero perfecto. Richard ejecuta los solos con una soltura y una naturalidad pasmosas, fruto de sus largos años de experiencia como músico de jazz. En el acompañamiento es igualmente certero, convirtiéndose en pilar fundamental de una sección rítmica que sirve de colchón perfecto para que el saxo se luzca sobre una firme base sonora.
De Andrés Lizón resulta difícil decir algo que no hayamos dicho ya, salvo que en su faceta de programador destaca casi tanto como en la de intérprete. El hecho de que lo tengamos tan a mano y que lo escuchemos tan a menudo quizá impide que lo valoremos en su justa medida, pero como el propio Enric reconoce, es uno de los contrabajistas más solidos del panorama actual.
Y por último, el batería Carlos “Sir Charles” González es casi una leyenda del jazz español. Curtido en mil batallas, posee un swing muy elegante. Sobrio pero efectivo por igual con las baquetas que con las escobillas, resulta el complemento ideal para el cuarteto.
Si ellos disfrutan tocando, y eso se nota, no pueden por menos que hacer disfrutar a la audiencia y, además, los conciertos del cuarteto tienen un efecto colateral: como Enric, aparte de excelente instrumentista es un tipo simpático, le gusta recrearse en las presentaciones de los temas y dialogar con el público. Con lo cual el buen aficionado, tras el concierto, se siente impulsado a bucear en internet y encontrarse con esas joyitas casi perdidas de los Jacquet, Byas, Webster, etc. que terminan por ser el broche perfecto para el concierto.
Gracias por la música.