Mi JazzTK: El crecimiento de mi colección

En un artículo anterior te hablaba de los orígenes de mi JazzTK, y te anunciaba que continuaría contándote la evolución que había tenido. Pues bien, en este artículo te explico cómo evolucionó mi colección en sus dos últimas fases y te muestro gráficamente con qué frecuencia he ido incorporando álbumes y a qué precios; es decir, te digo cuánto me ha costado conseguir una colección de (casi) cuatrocientos álbumes ¿Te atreves a dar una cifra? También comparto contigo mi lista de la compra de álbumes de jazz para que me digas si compartimos gustos.
Te recuerdo que las dos primeras fases que te describí fueron Fase I. Fascículo por aquí, fascículo por allá y Fase II. Fascículos de la colección definitiva. Continuamos con la III y IV.
Fase III. ¿Por dónde sigo?
Una vez se iba terminando la magnífica colección de Verve y fue incrementando cualitativa y cuantitativamente mi colección, me enfrenté a la temible pregunta ¿Y ahora, qué? ¿Por dónde continúo la colección?
La verdad es que también había comenzado a adquirir algunos libros de jazz, y entre ellos uno que fue con el que comencé a crear mi primer listado de álbumes a comprar: La discoteca ideal del jazz de Joan Riambau (2ª ed., 1999). En este libro, en forma de diccionario, se hacía un recorrido por el jazz, por sus diferentes estilos, instrumentos y, sobre todo, intérpretes, y hacían un listado con los álbumes más representativos de cada uno. Esto fue lo que utilicé para ir haciendo un listado.
Luego, en 2002 se añadió EL LIBRO para coleccionar jazz: The Penguin Guide to Jazz (hablo de él un poco en la página de Otras valoraciones de álbumes). Concretamente la edición que adquirí fu la 6ª (ahora van por la 9ª). Esta es la guía definitiva, que sólo se ve superada por cada nueva edición de ella misma. Es una enciclopedia de artistas de jazz con muchos de sus discos. Y lo bueno es que se basa en álbumes que están publicados en CD. Con lo cual tienes alguna posibilidad de encontrarlos. Porque con el libro de Riambau, en ocasiones se trataba de ediciones muy antiguas, imposibles de encontrar.
Los beneficios de comprar jazz con un listado son enormes:
- Reduces (aunque por supuesto no eliminas) la incertidumbre ante la compra; hay más probabilidades de que sea un álbum bueno.
- Por lo general incrementas tu satisfacción con los CD que compras. El que hayas tenido que salir de caza, buscando ese álbum en particular y que lo hayas encontrado te hace sentir genial y que te guste más.
- Como la lista la vas actualizando conforme escuchas nuevos álbumes, cada vez vas afinando más en tu acierto.
- El incluir discos a comprar de otras fuentes puede abrirte horizontes y descubrir nuevos artistas y estilos.
Fase IV. Internet es maravilloso
Y llega la cuarta fase, en la que me encuentro ahora. El elegir álbumes a comprar a partir de libros está muy bien, porque sirve para “enfocarte” un poco. Pero el siguiente paso es increíble: internet.
Donde antes tenía un libro, ahora tengo un mundo a mis pies, o en mis manos, para ser más preciso. Ahora tengo chorrocientos mil listados de “los mejores álbumes de jazz”. El tener tantos listados puede ser demasiado, lo sé, pero puede resultar muy interesante comprobar varios para comprobar coincidencias.
También tengo páginas especializadas en música y en críticas musicales, como All music Guide (de la cual también te hablo en JazzTK), páginas especializadas en jazz (puedes ver algunas en mis enlaces, en la barra lateral), Wikipedia,… En fin, un caudal bestial de información sobre cualquier álbum que pueda tener en mi lista de la compra.
Y aún falta lo mejor. Servicios como Spotify o Grooveshark o Youtube o… (introduce tus preferidos en la línea de puntos) que te permiten, en muchos casos, escuchar un álbum antes de decidir si lo incluyo en la lista (o eliminarlo de la misma en otros casos). Y esto hablando de hacerlo de forma legal, ya me entiendes.
Próxima fase: mi lista de la compra
¿Y esto ha terminado? Pues, obviamente, no. El coleccionista, por definición, nunca termina su tarea; porque de lo que disfruta (al menos es lo que yo opino) no es por terminar una colección, sino por el propio proceso de coleccionar. El camino y no la meta. (Ojo, Álex, que te pones filosófico).
Por lo tanto esto es un vicio que no es fácil de erradicar. Te lo digo por si aún estás a tiempo de salvarte. Porque en el momento te haya picado el gusanillo no lo vas a poder dejar, je, je.
Y entonces, ¿por dónde va a seguir mi colección? ¿Cómo va a crecer mi JazzTK?. Pues no lo sé. Es decir, no puedo dar una respuesta exacta, aunque sí puedo mostrarte hacia dónde es posible que vaya avanzando. Para ello voy a compartir contigo mi lista de la compra de Jazz, o como se llama en las webs de compra online en lengua bárbara, mi wish list.
Porque como te comentaba en las fases anteriores, la calidad de mi JazzTK creció mucho cuando comencé a buscar discos concretos, cuando generé un listado de álbumes a comprar y comencé a bucear entre los CD de una tienda buscándolos.
Mi lista de la compra actual de álbumes a adquirir incluye unos 300 álbumes (no te doy un número exacto porque probablemente haya cambiado mientras escribo este artículo porque he escuchado a alguien nuevo y lo he incluido).
Qué te parece mi lista de la compra? ¿Me recomiendas que añada o elimine alguno? ¿Tienes tú wish list? ¿Coincide con la mía?
Evolución temporal de mi colección y coste de la inversión
Sí, has leído bien el título. Hablo de coste de la inversión. Porque esta colección es una inversión en mi bienestar intelectual y emocional. Cuando necesitas subir el ánimo nada como escuchar la banda de Count Basie en Atomic Basie, o el concierto de Armstrong con sus All Star en el Carnegie Hall, o tantos y tantos otros…
Además, los números son fríos, y sin contexto pueden llevarte a conclusiones erróneas. Porque decir una cantidad de pasta total, impresiona, pero si lo divides entre los días que llevo disfrutando de la colección y los que la voy a disfrutar, tampoco parece tanto.
Número de álbumes por año
Bueno, al grano. En los gráficos siguientes tienes los datos de cuántos álbumes he adquirido cada año desde el 2000.
Antes de nada, debo aclararte que, aunque los gráficos empiezan en el año 2000 (porque fue cuando comencé la base de datos), la colección la comencé antes (posiblemente en torno a 1995) y los álbumes comprados propiamente en 2000 sería un número parecido al de 2001.
Como ves, ha habido años de mucho empujón al número de álbumes en primer lugar (2000, 2001 y 2004), mientras que el resto de años han sido muchos menos, hasta el punto de que en el año 2006 sólo compré uno.
Coste de la inversión
A continuación comparto contigo un gráfico en el que aparece cuánto ha sido el coste medio por álbum en cada año (escala en el eje derecho) y cuánto ha sido la inversión total por año (eje izquierdo). Antes de ver el gráfico: ¿tienes alguna idea de cuánto me ha costado toda la colección?
Como ves, la tendencia general del precio medio por álbum ha sido muy baja al principio (en torno a 7 euros) y luego ha ascendido y se ha mantenido más o menos estable (cerca de los 11€). La explicación es sencilla: al principio compraba álbumes de colección, y sobre todo de primeros números de colección que son mucho más baratos. Conforme me fui haciendo más selectivo, compré menos, pero más caros.
Y por último tienes un gráfico con los datos acumulados: cómo ha ido creciendo mi JazzTK a lo largo del tiempo y cuál ha sido la inversión realizada.
Resumen: tengo 394 álbumes y para conseguirlos he invertido 3172€, con un coste medio por álbum de 8€. Dicho así suena mucho. Pero si lo relativizamos, y considerando que desde que comencé la colección han pasado unos 15 años, tenemos que he gastado una media de 211€ al año o 17,6€ al mes o 58 céntimos de euro al día.
¿Qué te parece? ¿Es mucha pasta? ¿Me consideras un derrochador? ¿Qué hay de tu colección?
Estaré encantado de escucharte, lector.